VIAJES EN EL TIEMPO: LA PARADOJA DEL ABUELO
La paradoja del viaje en el tiempo, o paradoja del abuelo, está basada en la infinidad de acontecimientos alternos que podrían ser posibles por una simple acción o inacción. Se suele tomar como ejemplo el de una persona, viajando a través del tiempo, que mataría al padre biológico de su padre (abuelo del viajero), antes de que este conozca a la abuela del viajero y puedan concebir. Entonces, el padre (y por extensión, ese mismo viajero) nunca habrá sido concebido, de tal manera que no habrá podido viajar en el tiempo. Al no viajar al pasado, su abuelo entonces no es asesinado, por lo que el hipotético viajero sí es concebido y sí puede viajar al pasado y asesinar a su abuelo, pero no sería entonces concebido, y así indefinidamente…
Para algunos estudiosos, esta paradoja es el argumento perfecto para demostrar que el viaje hacia atrás en el tiempo es imposible, ya que el más mínimo cambio de un estado pasado tendría efectos incontrolados hacia el estado actual. Para otros, el viaje al pasado sí es posible, pero como simples observadores y sin ninguna posibilidad de poder intervenir y así cambiar el curso de la historia. Hoy en día y para la gran mayoría, o sea, los que hacen de los mundos paralelos una realidad, el viaje al pasado es algo que bien podría darse y sin riesgo alguno ya que en realidad se está creando una línea alterna, en donde el viajero alteraría, por su presencia, el futuro de un universo paralelo y no el universo de donde él proviene.
Todo esto se basa en el hecho de que no existe una sola línea temporal pero varias, o sea, que si alteramos, voluntariamente o accidentalmente, los acontecimientos de esa misma realidad, se crearía una especie de línea temporal distinta sin que se borre la anterior… Esta hipótesis llegaría a hacernos vivir situaciones complejas ya que los recuerdos de ambas lineas serían reales y seríamos conscientes de ello hasta el punto de llegar a la confusión y no saber diferenciar en que realidad estamos…
Existe una multitud de relatos sobre los viajes en el tiempo… Algunas historias son puras invenciones, pero otras nos llegan bien documentadas y con datos que se pueden comprobar y que descolocan por su lado insólito… Muchas veces se ha podido hablar de viajeros del futuro, posibles aventureros o exploradores, pero los relatos más impactantes son aquellos que describen situaciones surrealistas de personas que cruzaron, a su pesar, un portal interdimensional para aparecer en épocas y en lugares distintos para ellos y obligándoles a vivir una realidad que no es la suya…
EL CASO DE RUDOLPH FENTZ
Una noche de verano del mes de junio de 1950, un hombre cruzó probablemente un portal que lo hizo aparecer de la nada en una intersección cerca de Times Square, en la ciudad de Nueva York.
Aparentemente confuso y asustado en medio de la muchedumbre, según las declaraciones de un oficial de policía que presencio parte de lo ocurrido, el hombre cruzó la calle y fue atropellado por un taxista que lo mató en el acto. Muchos transeúntes presenciaron los hechos, pero nadie se explicaba la repentina aparición en plena calle del pobre hombre…
Según el relato que se hizo en aquel entonces, el aspecto de aquella persona tenía algo de extraño. El hombre vestía con elegancia, pero algo en la ropa no encajaba: zapatos antiguos pero nuevos de aspecto, pantalones a cuadros, un abrigo largo y negro y un sombrero de copa. Una vestimenta que hubiera encajado si hubiera vivido un siglo antes y a juzgar por el contenido de sus bolsillos, podría haber sido así.
Durante la investigación, la policía encontró varios objetos curiosos y fuera de lugar en los bolsillos:
- Una moneda de cobre y 70 dólares en billetes antiguos encontrados en perfecto estado.
- Una carta enviada desde Filadelfia, fechada de junio de 1876.
- Una factura establecida por un establo de la avenida Lexington y que corresponde al cuidado de un caballo y al lavado de un carruaje.
- Unas cuantas tarjetas a nombre de Rudolph Fentz llevando como dirección la Quinta Avenida.
El capitán Hubert V. Rihm, de la Oficina de Personas Desaparecidas se hizo cargo de la investigación. El asunto era complejo ya que no existía, en los registros telefónicos, ningún Rudolph Fentz. Las huellas dactilares no ayudarían para nada, no se encontraron fichas médicas de indentificación ni ningún reporte de persona desaparecida llevando ese nombre. Ya que su nombre era alemán, se buscó igualmente en los registros de emigración y se preguntó en distintas embajadas. En las tarjetas de presentación que se encontraron en los bolsillos del hombre había una dirección, la de la Quinta Avenida, pero el oficial se topó con lo que era ahora una tienda y cuyo dueño nunca había oído hablar de un tal Fentz…
El capitán Rihm siguió investigando sin poder concluir hasta que sus esfuerzos le permitieron adelantar y hacer un primer paso que terminaría por dar sus frutos. La viuda de un cierto Rudolph Fentz Jr. vivía en Florida y le contó un acontecimiento familiar extraño que recordaba. Rudolph Fentz Sr., su suegro, había desaparecido misteriosamente décadas antes. La última vez que su familia lo vio fue cuando fue a dar un paseo, pero nunca regresó. A pesar de todos los esfuerzos, no se pudo encontrar el menor indicio que condujese a él.
Con estos nuevos datos, el capitán Rihm se puso a buscar en registros obsoletos de personas desaparecidas y grande fue su sorpresa cuando dio con el nombre de Rudolph Fentz, un hombre cuya desaparición remontaba al año 1876. La descripción de la persona correspondía a la de la persona de 29 años atropellada una noche de junio de 1950…
El capitán Rihm sacó sus propias conclusiones, pero nunca las hizo públicas y nunca quedaron registradas oficialmente… El caso de Rudolph Fentz sigue siendo, para la policía de Nueva York, un caso todavía sin resolver…
¤ Avalon Esoterismo – Fuente / Varias ¤
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